Shemá Israel, Adonai Elohenu, Adonai Ejad
Oye, Israel: es Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
El shemá es la oración más importante del pueblo Judío, también es considerada por Jesús como el primer mandamiento. Dios es uno, no hay otro dios fuera de Él.
DESARROLLO
En Deuteronomio Moises escribe los preceptos y leyes que el mismo Dios le dio para el pueblo de Israel. Uno de los más relevantes es el que el pueblo Judío considera como la oración más importante, El Shemá.
Deuteronomio 6:4
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas
Este precepto tiene varios pasos a seguir:
1 – Plantea la unicidad de Dios.
2 – Amar a el señor por sobre todas las cosas: de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas, podríamos decir, con cuerpo, alma y espíritu, o sea, todo lo que somos.
3 – Tener memoria de este precepto.
4 – Enseñarlo a nuestros hijos.
5 – Repetirlo todo el tiempo en todo lugar.
6 – No solo en tu memoria y en tus palabras, sino que también estén escritas delante de tu vista.
Debido a mi trabajo en los medios tengo mucha relación con personas de la colectividad Judía, en más de una oportunidad pude comprobar con mis propios ojos como cumplen con esta palabra. En el marco de la puerta tienen la Mezuzá, que es un pequeño recipiente de madera, cristal o metal. Dentro de este hay un pequeño papiro escrito en hebreo original por un sacerdote escriba, en el papiro se encuentra el Shemá. Cada vez que salen o entran a su casa tocan la Mezuzá con las yemas de los dedos y luego los besan, mientras dicen en voz baja Shemá Israel “oye Israel”, sea que salgan a pasear al perro o solo se asomen a la puerta a ver como está el día, no salen ni entran sin recodar que: Dios es uno y deben amarlo por sobre todas las cosas.
Jesús convierte este precepto en “El primer y gran mandamiento”
Mateo22:37
Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
El pueblo Judío se vale de este precepto para negar la trinidad de Dios, incluso en la época deJesús se daba ese planteo. En el versículo 41 de Mateo 22, Jesús afirma la trinidad de Dios, Dios no solo es Uno sino que también es único, pero se manifiesta en tres personas.
Jesús conociendo el corazón de los Fariseos los confrontó:
Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. Él les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo? Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.
¿Cómo puede Dios ser uno y tres?
En el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el verbo era Dios.
El verbo era con Dios y era Dios, aquí ya tenemos que Dios es uno pero tiene dos manifestaciones diferentes.
En Génesis 1 ya podemos ver la trinidad de Dios. Las tres manifestaciones del único Dios.
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Aquí vemos al Dios padre, el creador de la vida.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
El espíritu de Dios se movía, es decir, otra de las formas que adopta Dios.
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
Aquí se manifiesta el Verbo que describe Juan en su evangelio.
Dios padre el todopoderoso creador, Dios hijo, el verbo que se hizo carne para redimirnos de nuestros pecados. Y el espíritu como la manifestación de Dios en la tierra.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;
Aquí ya no quedan dudas, ¿a quién Dios le diría hagamos? Sino a sí mismo en todas las formas en las que se manifiesta, las tres personas que forman al Dios único.
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Somos semejanza se Dios porque el puso en nosotros su Vida, su aliento, la manifestación de Dios en nosotros.
Hay muchos textos que hablan de Dios como un único Dios, pero esto no niega la trinidad en absoluto.
Cuando en deuteronomio dice Dios es uno, en realidad en el original no dice uno, como el número, sino que dice la palabra “Ejad” que habla de unidad, es la misma palabra que usa en Génesis cuando dice:
Una sola carne.
Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Si Eva era parte de Adan, carne de su carne, y siendo dos seres con cuerpos diferentes (es decir, manifestaciones diferentes de la misma vida humana) Dios les dice “serán una sola carne”. Es decir: si puede existir en el ámbito humano esta dualidad de ser 2 pero uno, mucho mas puede existir la trinidad en Dios.
Ni hablar de cosas más cotidianas como el agua, que se puede manifestar como líquido, sólido cuando se hace hielo o gaseoso cuando se evapora, y no por eso deja de ser agua, su formula química no cambia.
Otra forma de expresarlo es la idea del triángulo, que es un símbolo de divinidad, sus tres lados forman una sola unidad. La estrella de David, uno de los más importantes símbolos del Judaísmo está formada por 2 triángulos y simboliza, por un lado el pacto de Dios con Abraham, y por otro, la declaración de amor recíproca entre Dios y el hombre. Un triángulo apunta hacia la tierra y el otro hacia el cielo.
La estrella de David también conocida como el sello de Salomón, es la figura que el hombre más sabio que habitó la tierra describe con gran exquisitez poética en el libro de Cantares:
Yo soy de mi amado, y mi amado es mío
Cantares 6:3
Y el mismo Salomón escribe en Eclesiastés 4:11-13, refiriéndose a la relación entre Dios, el hombre y la mujer:
Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
El triángulo también es una figura importante para las ciencias, la ingeniería, la arquitectura e incluso las artes. Ya que es considerada una figura bella y la forma más fuerte que existe.
Viéndolo desde este ángulo, pensemos que si armásemos una estructura con cualquier material, supongamos por ejemplo, con varillas de acero. Si armamos cualquier figura geométrica como podría ser un cuadrado, si se aplica una fuerza suficiente desde alguno de sus vértices, se deformaría y quedaría un rombo o paralelogramo. Ahora, si nuestra figura es un triángulo, al aplicar una fuerza desde un vértice hay dos lados para soportarla, si lo hacemos sobre un lado hay dos vértices que la resisten. Es por eso que las estructuras de varillas que forman las columnas o vigas se fortalecen con otras varillas dobladas en forma triangular. Las construcciones mas antiguas que existen y se mantienen en pie intactas, son las pirámides, ya que el peso de las paredes -que a su vez son techo- se distribuye de manera equitativa sobre la base. Pero más allá de la ingeniería de las pirámides (que por cierto, pudieron haber sido diseñadas por esclavos hebreos).
La idea de triángulo plantea varias características que son propias de Dios:
Fortaleza, unidad, seguridad y belleza, como lo simboliza para las bellas artes. Ese es el Dios que tenemos!
También se convirtió en un símbolo de varias sectas como la masonería, pero eso ya es otro cantar.
El triángulo se completa con El Espíritu Santo, quien se manifiesta por completo luego de la ascensión de Cristo. Si bien como dijimos, estaba presente desde la eternidad, la primera vez que se lo llama por su nombre es cuando Jesús es bautizado, luego cuando da la promesa que luego se cumple en pentecostés.
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Jesús en el siguiente texto también manifiesta la trinidad de Dios.
Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Jesús habla de él mismo, del Padre y del Espíritu Santo. Aunque se manifieste como 3 personas, Dios es uno.
¿Por qué Dios debe ser uno solo?
Si recorremos el antiguo testamento veremos que uno de los pecados más recurrentes de Israel era ir tras otros “dioses”, mientras Moisés recibía los mandamientos el pueblo ya adoraba imágenes hechas por hombres, y esto se repitió decenas de veces en la historia del pueblo de Israel.
No podemos amar con todo el corazón a muchos dioses, amaríamos con una partecita del corazón a cada uno. Para amarlo por completo como dice en deuteronomimo, no puede haber escisiones en Dios, no podemos amar a Dios por partes, debemos amarlo por completo en su unidad, mas allá de sus manifestaciones.
S. Lucas 12:34
Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
No podemos tener el corazón en varios dioses.
S. Mateo 6:24
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Cuando habla de otros dioses no solo se refiere a una imagen o algo etéreo o sobrenatural, también podemos poner nuestro corazón en dioses mucho más terrenales.
Hay una secta disfrazada de evangélica que sólo reconoce a Jesús como Dios. Vaya que error pensar a Dios solamente en su manifestación humana, no hay forma de justificarlo bíblicamente. Esto es como decirle a su esposa u esposo, amo sólo el color de tus ojos. A Dios hay que amarlo en la plenitud de sus manifestaciones pero como a una unidad.
La palabra trinidad no es mencionada en la biblia, sino que fue un buen tiempo después cuando se califica a Dios como Dios trino. Esto ocurre en dos etapas, primero en el Concilio de Nicea en el año 325 DC, cuando el emperador Romano Constantino, que se había convertido al cristianismo, llama al concilio para terminar de definir el dogma cristiano. Los cristianos de diferentes ramas se unen en para definir una única interpretación de los elementos fundantes de la fe y así evitar sectarismos, en este concilio se definió la divinidad de Jesús.
La segunda etapa fue en el concilio de Constantinopla en 381 DC. En este concilio se declara la divinidad del Espíritu Santo. Y se termina de armar el credo cristiano.
En esto creemos:
Creo en Dios, Padre
Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo
en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María
Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue
crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al
tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los
cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a
los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa
Iglesia,
la comunión de los santos,
el perdón de los
pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Me pareció oportuno incluir el credo, ya que es fundamental para comprender en que creemos, y por sobre todo porque afirma la divinidad y trinidad de Dios.
El padre es Dios:
Efesios 4: 5-6
un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
Dios es padre y por Cristo nos dio su gracia
Jesús es Dios
Juan 1: 1-4
En el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el verbo era Dios…
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
2 corintios 1:3
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.
El Padre es Dios y consolador. Jesús también es consolador
El Espíritu Santo es Dios, Jesus lo llama “el otro consolador”
S. Juan 14:16
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre
Si Jesus dice “otro consolador” esta diciendo la palabra griega “Parakletos” traducida al hebreo como “Paráclito” que significa otro defensor, otro abogado (la palabra abogado procede de la misma raíz), otro ayudador, llamado al lado de, es decir, el que acompaña, el que está a tu lado, pero no solo acompaña sino que lo hace de manera activa ayudando y por sobre todo intercediendo, uno como él, de su misma esencia, hay traducciones del original que plantean que Jesús estaba diciendo “uno idéntico a mi”
Mateo 11:25-27
“En aquella ocasión Jesús exclamó: ‘Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has mantenido ocultas estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, pues así fue de tu agrado. Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera dar a conocer”.
El hecho de que Jesús no es la misma persona que el Espíritu Santo se revela cuando Jesús quien fue Paráclito para sus discípulos- dice que va a orar al Padre y el Padre les dará “otro Paráclito”, que es el Espíritu Santo.
Aquí tenemos la manifestación de las tres Personas: Jesús que ora; el Padre que envía; y el Espíritu que viene:
“y yo pediré al Padre y les dará otro consolador, para que esté con ustedes para siempre, el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero ustedes lo conocen, porque mora con ustedes”.
“Cuando venga el consolador (El Paráclito) que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí”. (Jn. 15: 26)
Si el Espíritu Santo procede de Dios, es porque es parte de Dios. Jesús es quien da testimonio del Padre y el Espíritu Santo da testimonio del hijo.
CONCLUSIONES
¿Porque es único?
1- Dios es…
Antes que nada Dios es Dios, ÉL ES Y PUNTO. No necesita de adjetivos, aunque tiene muchísimos, pero nunca alcanzarán para describirlo en su totalidad.
2- Alguien creó a los dioses
Todos los dioses tienen creador y fecha de creación, el hombre creó sus propios dioses a su propia semejanza, para atender sus propias necesidades, en distintos momentos de la historia. Los dioses de los hombres son a la limitada medida de la imaginación humana.
Dios no fue creado por el hombre, es exactamente al revés.
Dios no tiene fecha de nacimiento, es eterno.
Dios creó al hombre a su semejanza, como humanos no podemos conocer todo lo que es Dios, excede nuestra imaginación, y por sobre todo, Dios no es el siervo del hombre, Dios es el Señor.
Isaías 43:10
Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios. Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?
3- No hay Dios fuera de Dios
Isaías 44:6
“Así habla el rey de Israel y su redentor, el señor de los Ejércitos: ‘Yo soy el primero y el último; no hay otro Dios fuera de mí’.
Él era, es y seguirá siendo Dios por la eternidad.
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